domingo, 27 de abril de 2008

Piedras en el zapato

Me doy cuenta que cada día que pasa me vuelvo mas vieja y mas odiosa. No quiero pensar lo que le depara el futuro al que tenga que bancarme en unos años mas... Creo que voy a terminar siendo de las viejas a las que los hijos no bancan mas y las dejan depositadas en un asilo a la buena de Dios. Sin embargo, creo que es demasiado temprano todavía, me falta mucha gente por torturar en el camino.
Ahora, ustedes creeran que soy asi de puro placer que me da no? Pues no, estan muy equivocados, no es que disfrute siendo la piedra en es zapato de la gente, pero hay gente que se nota que disfruta provocando a las piedras a entrar en sus zapatos...
Pongamos un ejemplo: los remiseros, (si si, otra ves con los remiseros). Yo reitero que no tengo nada contra ellos en general, pero hay algunos, que ensucian su buen nombre y hacen que la generalización "los remiseros son buena gente" no sea factible ni creible. La mayoria... bueno, no la mayoria, buena parte de los remiseros son buena gente. Pero hay algunos que mejor dejarlos por fuera del gremio. Me refiero particualrmente a esos, esos que tienen la osadia de cambiarte el recorrido. Esos que antes que vos les completes el trayecto que queres tomar te interrumpen (sisi, tienen la osadia de interrumpirte) anteponiendo su propia idea de recorrido, argumentando que "por ahi no, porque estan los zorros...", a lo que uno se pregunta "y qué con eso????" e intentando guardar serenidad, lo verbaliza en tono sutil con lo que obtiene por respuesta un titubeo pobre, que se traduce, mas o menos, en "es que pierdo un monton de tiempo... porque me piden los papeles... bla bla bla" "Un cuerno me importa la perdida de tiempo, los papeles y los zorros!!!!!!!" contestaría uno... pero no, se reprime, siempre es mejor tenerlos de amigos... al fin y al cabo, uno siempre esta en cierta forma dependiendo de su buena voluntad de no dejarse ocupar por intrusos y esperar cuando uno no lo ve... siempre es mejor conservar las buenas relaciones, aunque el no haga lo propio. Asi que uno baja el copete, se calla y se banca que desvie por donde le cante, aún sabiendo que le va a costar mas caro el viaje que de costumbre, porque no se vayan a pensar que va a descubrir una ruta alternativa, mas corta, veloz y económica. No señores! Aqui hago una breve salvedad por aquellos que se sienten casi culpables por sacarte de la ruta estipulada por no ser de su agrado y se compromenten (aunque despues lo olviden) a compensarte por el desvío con alguna clase de descuento o similar. No importa que sea mentira, vale la actitud que deja que uno se sienta menos titere de sus deseos. Bueno, hecha la salvedad, vuelvo a la critica. Estos buenos hombres, no conformes con sacarte del camino que se te canta seguir, no cansados con dirigir tu camino, todavia necesitan un poco mas. Y aqui se da la situación harto repetida en todo comercio que se precie de tal, del querido y nunca bien ponderado "no tengo ni uuuuuuna moneda sabesssss" mientras revuelve el bolsillo de la billetera, que curiosamente suena, a pesar de que el gesto siguiente sea devolverte solo 15 ctvs. Como hace una moneda de 10 y una de 5 para sonar al entrechocar? no lo se, sera un misterio mas para adosar a la lista de inexplicables. La cuestión es que no solo que no te descuentan el desvio, sino que con la escusa de "no tener cambio" (de ningun tipo) termina cobrando lo que se le da la regalada gana, redondeando exactamente hasta la totalidad de lo que uno le entrego.
Asi que ahí uno se baja del coche con la poco graciosa frase de "mañana me lo pedis" de la que todos somos concientes de su irrealidad, dada la aleatoriedad de los conductores en relación a los viajes y pasajeros. Y uno se va, cabizbajo, con el ego herido, como tantas otras veces.
Antes de terminar, quiero dejar claro algo: a pesar de ser odiosa y mal llevada, no soy incomprensible con las circunstancias de los choferes, se que puede que les convenga demorar menos, cosa que no es mi problema, y puede que casualmente un día se queden sin cambio. Es comprensible. Ahora, tampoco la pavada, una de dos me banco, pero el combo, ya es demasiado.

domingo, 13 de abril de 2008

Por qué no te callas?

Debo confesar que me he pasado buena parte del día de hoy (bastante aburrido, por cierto) pensando en cual de los episodios de los ultimos días eran lo suficientemente meritorios como para explayarme al respecto.Y creo que de todos, que han sido varios y diversos, el elegido supera por varias cabezas a los demás.
Resulta ser que yo, que de por si tengo una radical enemistad con el universo, siempre suelo tener la dicha de encontrarme en mi camino con los seres mas desubicados del universo, y para colmo de males, siempre cuentan con voluntad de emplear la facultad del habla con mi persona. Y por lo general, suelo tener la bondad de seguirles la corriente y hablar un rato, solo por ese instinto innato de comunicarme, mal no sea con quien quiera que me hable (hábito en varias veces criticado por ciertos allegados, dado lo insoportable que se vuelven ciertos interlocutores).
Fuera de eso, hay oportunidades en que uno no elige hablar con quien tiene enfrente, pero tampoco tiene escapatoria. Tal es el caso de los tacheros/ remiseros, que aprovechan el hecho de tener un público cautivo, quien no tiene más que seguirles la corriente, dado que no puede ni cambiar de vereda, ni desplazarse unos metros para evadirlos. Hasta llegar a destino, uno no tiene otro lugar que su asiento, y la dulce y melodiosa voz de quien conduce, que se desquita su soledad con quien le queda a merced. En mi experiencia, creo que los remiseros (y sin tener nada personal con ninguno) tienen en varios casos una cierta dosis de necesidad de un otro que los escuche o que entable un dialogo con ellos. Es absolutamente comprensible, y los entiendo en algún punto, ya que habiendo pasando tantas horas en soledad, sin más interlocutor que el operdador que les dicta las direcciones donde dirigirse, es lógico querer hablar con alguien corporizado, o por lo menos de un tema que vaya más allá que direcciones y nombres a recoger. Es entendible. Ahora, es necesario desquitarse a las 6 y media de la mañana con gente que solo quiere silencio o que en último caso no tiene ganas de dialogar con el señor remisero? Tal es la situación que se reitera cada dos por tres, en las madrugadas de domingo, cuando toca en la loteria de coches unos que es manejado por alguno de los especimenes más locuaces de entre los posibles. Cada tanto toca uno que hace algo mas que gruñir a modo de respuesta ante las indicaciones, y realmente hay veces que uno se pregunta porque Dios les da el don del habla.
Pero bueno, puede ser que necesiten un oido amigo, y bueno, a uno que poco le cuesta, vale ser solidario con ellos no? Ahora, hace falta enterarse de sus opiniones acerca de la juevtud, cada vez mas perdida, los lances de pasajeras más osadas, su amor a su esposa, las cargadas de los compañeros, la ideologia frente a temas diversos y demás? Lo dudo.
Sin embargo, todo esto puede ser aún peor. Si no es suficiente con escuchar cosas que nadie pregunta porque a nadie le interesa, peor todavía es cuando el politemático transportista llega a hacer observaciones acerca de tu patetica vida. Si, si, leyeron bien. No alcanza con tener una vida patetica, es necesario que un remisero te la remate. Sucede que el remisero en cuestión, cerró el viaje, que, entre paréntesis, creo iba a una velocidad lenta solo para hacerlo más largo y tener mayor oportunidad de explayarse en sus decalraciones, con la poco feliz frase :"... Y yo, que siempre que las traigo, pienso, siempre solas... " ¿¿¿Es absoltamente indispensable ese comentario??? ¿¿¿¿No es ya de por si patética la existencia de uno como para que se compadezca el remisero??? No alcanza el hecho de haber pasado el sábado soportando boludos que se te acercana a hablar de nada, que preguntan seis veces lo mismo porque no tienen más libreto que ese y la neurona alcoholizada no les da para más, aguantando gente que te atropella, que te empuja, que te pisa y todo para nada, luchando con todos por menos de un metro cuadrado para poder siquiera estar parado. Y aún soportando todo eso por propia elección, (porque seamos francos, nadie nos obliga a estar ahi) irse con el sabor del vacio, de la intrascendencia, que siempre nos acompaña, y concientes de lo desorientados que estamos en la vida, que no sabemos para donde disparar, y el señor nos remata la velada con una frase como esa. Como si el viaje incluyera cuchillos para cortarse las venas en la tarifa del pasaje!!!

domingo, 6 de abril de 2008

Harta de ser buena


Vuelvo en este día con mi humor recompuesto, releo lo que escribí y me doy cuenta que una vez más estoy gastando "pólvora en chimangos" (diría mi vieja). Pero bueno, ya he vuelto en mi y mi humor odioso esta de vuelta, no desesperen!!! Después de mucho análisis y diálogo entre mujeres decepcionadas por hombres me he dado cuenta que poco a poco, mi locura se incrementa y no es solo por mi, creanlo. No voy a venir a decir que soy la reina de la coherencia, pero si que mucho aportan para hacer que cada vez este mas sacada.
Hay una situación que se ha reiterado en varias oportunidades y que es bastante propensa a volverme loca, y es la historia del perro arrepentido, el eterno retorno, el círculo vicioso, el estar siempre atrapada en historias que no terminan de cerrarse. Y yo me hago cargo de mi parte: soy mala con los finales, me cuesta dar un cierre a las historias, a menos que las circunstancias sean absolutamente irreparables. Pero por lo general, voy dejando puertas abiertas y de tanto en tanto hay gente que vuelve a aparecer. Y si, tengo que reconocerlo, me pueden!
Otra de las cosas que creo q aportan a esta locura que crece poco a poco de a pasos gigantes es el hecho de que creo que los hombres tienen un sentido oculto o un talento para percibir un mínimo interés de mi parte. Y en ese momento mutan en seres despreciables. Cualquier humano que se digne de aparentar ser maduro, inteligente, serio, alegre, divertido, en el preciso instante en que asumo que podría llegar a ser un prospecto de interés, deviene en un saco de características despreciables. Todo lo positivo aparente se convierte instantaneamente en un infantil irresponsable, que actua de maneras inexplicables, sin coherencia lógica. Y yo me quedo ahí, parada, pensando... Soy yo la ilusa que ve un principe azúl alli donde hay un saco de despojos? O realmente tienen el don de la involución en pokemones?
Y asi voy por la vida, con mi agenda llena de números que me resisto a borrar y mi msn lleno de gente que debes en cuando se digna de volver a dirigirme la palabra. Y en el alma un cajón de desechos entre los que de vez en cuando revuelvo a ver si hay algo reusable, con la esperanza que no esten del todo hechados a perder... Y hasta a veces encuentro rincones sin gusanos en las manzanas, que me duran hasta que las doy vuelta y veo que siguen igual!
Quizas sea yo, que tengo el don de engancharme con gentes poco recomendables... pero bue, la carne es débil y mi orgullo es una plantita muy pequeña y verde que de a poco, muy de a poco, intenta crecer.

Mas pena que gloria


Hoy es un dia de aquellos en los que dentro de mi, que coexisten dos seres muy diferentes, se encuentra triunfante mi parte mas oscura. La mayoría de los días, mi parte ácida recubre mi oscuridad depresiva y logra que esta se reduzca a su miníma expresión, dejandome así un consuelo de humor ante todo aquello que me podría lastimar. Hoy sin embargo, me encuentro con un humor terriblemente depresivo. Aunque mas que de depresión se trata de decepción. Cuando uno sigue creyendo en cosas que más de una vez le dieron la espalda, e insiste en chocar contra la misma pared una y otra vez, termina con un dolor en la cabeza, algo conocido ya. Pero bueno, allá uno por idiota.
Tal es mi situación el día de hoy, por seguir creyendo y apostando, termino dandome cuenta que estaba mejor con mi apatía cotidiana, que es en vano volver a creer, a alimentar la llama de la ilusión, porque irremediablemente va a llegar el encargado de apagar de un soplo la pequeña luz que lucha por sobrevivir. Y lo peor es que lo supe antes, en el presciso instante en que esa ilusión empezaba a pretender nacer, supe que no lo lograría, que no iba a prosperar. Pero aún así seguí en el camino. Y la puerta de salida apareció mucho antes que la de entrada.
Así que para completar un domingo, que de por si tiene todo lo deprimente que se puede imaginar, yo le sumo mi alta cuota de escepticismo.
Sigo sentada en la misma silla, esperando que suceda el milagro que no va a suceder, o que al menos tengo menos fe en que suceda. Y que de tanto caer, ya va dejando de interesarme. Quizás ese sea el mensaje oculto detrás de tanta farsa: que no es para mi, no es mi destino, mi camino es otro....

miércoles, 2 de abril de 2008

Odio a la tecnologia


No hay nada peor que un celular, bicho problematico si los hay. Sirve para crear mas angustias y malentendidos de los que uno se podria imaginar. Pero por lo general somos quienes los usamos los que los volvemos odiosos, porque les otorgamos vida, actitudes y acciones propias. No es el cretino, dueño del dispositivo, que no escribe, es el aparatito el que no nos trae noticias.
Y uno lo mira, espectante, lo mueve, lo abre, lo cierra, lo prende, lo apaga. Lo cambia de lugar, para que agarre mas antena. Y nada... Ni luces, ni sonidos... Lo máximo que varia es la bateria que tiene la extraña tendencia a agotarse en el momento menos oportuno. Y hasta eso es un buen alimento a las esperanzas, porque cuando uno lo prenda de nuevo, seguro va a sonar de manera desenfrenada de tantos mensajes que llegaron. Y sin embargo, nada... uno lo prende al cabo de un largo rato, y todo sigue igual. Y lo vuelve a pasear por toda la sala, por el patio, por el balcon... y ni señas de que este vivo. Y manda un mensaje pidiendo el saldo, con tal de que llegue un mensaje, solo para chequear que el sistema esta en buenas condiciones y que no se esta desintegrando por dentro. Y todo funciona, esta comprobado que tiene linea, que tiene bateria, que tiene antena, los parlantes suenan, la pantalla se ilumina, y aun asi, nada llega.
Y entonces, cuando una se encuentra ya al borde del abismo, al borde de la crisis y al borde del llanto, el satánico aparato se digan de sonar. Y una que estuvo espectante todo el puto dia en la dulce espera y que ya tenia a mano el paquete de pañuelos descartables, cree que el cielo se abrio y de el descendio un haz de luz que nos da exactamente en la nuca. Y nuestros ojos vuelven a brillar, y la vida vuelve a tener sentido. Y nos abalanzamos sobre el aparato demoniaco justo en el minuto anterior a revolearlo por la ventana. Y lo tomamos entre nuestras manos como si fuera de oro en polvo, como si fuera una paloma mensajera maltrecha. Y lo destapamos, casi con la sensacion de que la vida transcurre en cámara lenta. Y lo vemos. Si, efectivamente aparece en la pantalla el bendito mensaje tan ansiado: " 1 mensaje nuevo". Y la emoción llega a la cumbre. Con los dedos temblorosos presionamos el boton de "leer", ese mismo que ya sentiamos lleno de telarañas de tan poco usar. Y en la pantalla se dibuja el mensaje de "abriendo". La espera desespera, pero mas aún en este momento en que sentimos tan cercano el instante tan esperado, tan ansiado. Y finalemente lo logramos, vemos en la pantalla el mensaje, ese, el mismo que esperamos todo este extenso tiempo... y lo leemos... pero hay algo que no cierra... el contenido... es algo desubicado... como me va a estar hablando de la promo de la empresa... y cuando llegamos al final, al remitente, todo cobra sentido: el mensaje no es mas que una promoción de la empresa, que no tiene piedad de nuestros sufrimientos y despedaza sin compasión nuestras ilusiones, dejando por tierra nuestro corazón roto... el celular es una mierda!!!!!