lunes, 31 de agosto de 2015

Escribir que extraño escribir

Que loco che! Ya ni tiempo para más que un twit...
Tanto para decir, tanto para pensar, tanto para cuestionar, tan pocas palabras.
¿En qué momento el tiempo se convirtió en algo que se escurre y no deja lugar a nada más? Perseguir la arena del reloj, correr, transcurrir, tachar cosas de la lista. Dormir, levantarse, correr, correr, dormir otra vez. Día tras día, semana tras semana, mes tras mes. Y el tiempo pasa. Si que pasa. Cambia el escenario, cambian las circunstancias, cambian los estados. Alegría? Tristeza? Nostalgia? Certezas? Cuestionamientos? Dónde estaba, cómo estaba, cómo estoy, a dónde voy. Por qué? Qué me mueve? Qué pretendo? Qué busco? Uf, si tan solo, como antes, las palabras me dieran una respuesta.
Cuál oráculo, antes llegaba a ellas en busca de las respuestas que no podía darme y en este oasis encontraba el orden para mi caos. Será que ya no las tengo, ni siquiera desordenadas? De ahí no volver en busca de orden, buscando el caos que ordenar.

¿Entonces, extrañaba escribir o extrañaba tener siquiera la más mínima certeza de algo?







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